EGIPTO


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Esta tierra de soberbios yacimientos arqueológicos Patrimonio Mundial y de mil clichés turísticos ya sedujo a sus visitantes milenios antes de que Thomas Cook remontara el Nilo con sus vapores. En ella se refugió la Sagrada Familia, Alejandro la conquistó y Marco Antonio se quedó prendado. Napoleón pasó el tiempo suficiente como para birlar unos cuantos obeliscos, los otomanos se detuvieron para apoyar al bárbaro bajá Mohammed Ali, y los británicos prolongaron su estancia tanto como para tender una red ferroviaria y llenar todos los anaqueles del British Museum. Y todo eso ocurrió mucho después de que Menes uniera el Alto y Bajo Egipto y sentara las bases de la mayor civilización que haya conocido el mundo.

Sorber un café en una de las cosmopolitas cafeterías alejandrinas o deleitarse con un té tras una agotadora sesión de compras en el bazar Khan al-Khalili cairota son actividades tan populares ahora como lo eran en el s. XIX, cuando los turistas empezaron a acudir en masa. Hay magníficos monumentos por doquier: las pirámides y la perfección de sus líneas, los alminares que se elevan sobre la silueta de El Cairo y los majestuosos templos y tumbas de Luxor EL CAIRno son más que algunas de las maravillas admiradas por generaciones de visitantes durante sus salidas por la ciudad, sus cruceros por el Nilo y sus expediciones a través de unos parajes desérticos e inhóspitos pero espectaculares.

A pesar de la grácil simetría y el orden minucioso de los antiguos complejos de pirámides y templos, Egipto está a punto de explotar. Más de medio siglo después de la gran revolución de Nasser, el país no pasa por su mejor momento. La tasa de desempleo es enorme, la economía, un caso perdido, y los ataques terroristas empiezan a tener una regularidad preocupante. La que fuera la tierra de los todopoderosos faraones ha quedado reducida a un país dependiente de Estados Unidos, que ha recibido más de 30 000 millones de dólares en ayuda militar y asistencia económica durante las tres últimas décadas.

La lista de despropósitos continúa: maltrato y tortura policial a los detenidos, calificados por Amnistía Internacional como “sistemáticos”; explotación infantil, sobre todo en la lucrativa industria algodonera nacional (según datos de Unicef, solo en esta industria trabaja un millón de niños); casos habituales de “detención administrativa” de individuos sin derecho a juicio; críticas por parte de los medios de comunicación locales y de organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos; restricciones constantes a las mujeres por la Ley del Estatuto Personal que, por ejemplo, les niega el derecho a viajar sin permiso; una inflación galopante que se traduce en escasez de alimentos en las comunidades más pobres; y riesgos medioambientales constantes, con la contaminación de vías fluviales, la superpoblación, las emisiones incontroladas y la salinidad del suelo, entre los más graves.

Con el telón de fondo de la guerra contra el terrorismo declarada por Estados Unidos, Egipto ha sufrido un aluvión de conflictos internos mientras luchaba por definir su identidad de país islámico moderado. Por un lado, formaba parte de la funesta “Coalición de la voluntad”, ideada por el ex presidente de EE UU George W. Bush, y la sensación del pop underground Dina y su seductora danza del vientre encendían un debate nacional sobre la concepción tradicional de la sexualidad; por otro, las encuestas de opinión egipcias evidenciaban la indignación del país ante el apoyo de Bush a Israel y el telepredicador evangelista Amr Khaled hacía méritos animando a las jóvenes egipcias a ponerse el velo.

Aunque todavía está por ver si la presidencia de Barack Hussein Obama redefinirá o no la imagen de Estados Unidos en la región, la promesa del cambio sigue viva. Varios meses después de jurar su cargo, el presidente Obama cumplió su palabra y dio un discurso en una de las principales capitales islámicas: el escenario de este momento histórico no fue otro que la Universidad de El Cairo, y egipcios de todas las condiciones sociales escucharon con atención las palabras del emisario occidental, cuyo nombre de pila significa “bueno” o “apuesto” en árabe. Con la promesa de un nuevo comienzo entre Estados Unidos y los musulmanes de todo el mundo, Obama quiso forjar una relación basada en el respeto y el interés mutuos.

Por desgracia, la política nacional no ha cambiado desde que, hace más de un cuarto de siglo, Hosni Mubarak y su esposa Suzanne pisaran el palacio presidencial. Aparte de mantener de forma continuada la ley marcial (aplicada por primera vez en 1981 tras el asesinato del presidente Sadat), ha conseguido una mínima legitimidad política tras una serie de polémicas elecciones, y lo cierto es que Mubarak es uno de los ‘hombres fuertes’ de África más longevos. Nacido en 1928, el presidente egipcio vive el ocaso de sus días y su salud es un secreto de estado celosamente guardado.

La inminente desaparición de Mubarak plantea serios interrogantes sobre el futuro político y la estabilidad económica de Egipto. Aunque se rumorea que preparan a su hijo menor, Gamal, para sustituirle en el cargo, la familia Mubarak no deja de negarlo. Independientemente de quien asuma el control del país, el siguiente presidente –o seudomonarca– deberá hacer frente a problemas muy graves, como el fundamentalismo islámico, el terrorismo nacional, el conflicto palestino-israelí y el cambio en el escenario económico; todos ellos interconectados de un modo u otro. De hecho, los últimos años están marcados por los ataques terroristas en El Cairo, los disturbios por el precio del trigo y la inestabilidad en la Franja de Gaza. A favor de Mubarak hay que decir que ha sabido mantener el equilibrio entre sus intentos por mantener el orden en el país y su mediación por la paz entre Israel y los Territorios Palestinos, aunque los más críticos no dudan en calificar sus acciones de poco más que testimoniales. Ganó puntos con los turistas al levantar las restricciones que durante décadas obligaban a los viajeros a desplazarse en convoyes de turistas por el valle del Nilo, lo que, a la larga, fomentará el turismo independiente por todo el país.

Por sEgipto-piramides-camellosupuesto, una de las muchas razones por las que Egipto sigue siendo un destino turístico tan fascinante es que se trata de un país en proceso de cambio. Egipto puede ser famoso en todo el mundo por las pirámides de Gizeh y el valle de los Reyes, pero estos antiguos monumentos son solo una parte de la ecuación. A pesar de la sofocante densidad de las calles de El Cairo y de la dureza del desierto, los egipcios son gente con una increíble capacidad de recuperación que apuestan por el humor y el optimismo, incluso en las circunstancias más adversas. Un viaje a Egipto no siempre es fácil y cómodo pero seguro que, como mínimo, abre los ojos al viajero.

IMPERDIBLES:

  • Alejandría     No hay que dejar de tomarse un café y fumar el narguile en uno de los antiguos cafés de esta ciudad.
  • Pirámides de Gizeh  Si no se han contemplado estos magníficos monumentos, no se ha viajado a Egipto.
  • Gran Mar de Arena    Hay que bordear las enormes dunas de uno de los desiertos más impenetrables del mundo.
  • Desierto Blanco    Recorridos en todoterreno por fantasmagóricas formaciones de roca blanca que emergen del desierto.
  • Abydos    Peregrinaje a la supuesta tumba del dios Osiris, uno de los templos mejor conservados de Egipto.
  • Oasis de Dakhla   Paseos por los callejones de las aldeas de ladrillos de barro de los habitantes medievales de los oasis.
  • El Cairo  El viajero deambulará por el decrépito glamour de Garden City, un laberinto de desvencijadas mansiones del s. XIX y principios del XX.
  • Monasterio de Santa Catalina   Un peregrinaje a este antiguo monasterio del desierto para contemplar los restos de la «zarza ardiente».
  • Dahab   El nirvana de los mochileros, ideal para relajarse y recuperarse de la fatiga de los templos.
  • Monte Sinaí   Los amaneceres más espectaculares se contemplan en su cima.
  • El mar Rojo  Un enorme mundo submarino que explorar, con montañas de coral repletas de vida marina.
  • Luxor – orilla oriental   Los templos de Karnak y Luxor, dos de los complejos religiosos más impresionantes del mundo, esperan al viajero.
  • Luxor – orilla occidental   Un lugar donde contemplar tumbas y templos de algunos de los más grandes gobernantes de Egipto y la sencilla vida de los granjeros del s.XXI.
  • Río Nilo  Navegar en falúa o dahabiyya por este río es algo que se recordará toda la vida.
  • Asuán   Una puesta de sol desde uno de los trechos más bonitos del Nilo en esta antigua ciudad fronteriza de Egipto.

 

Cuándo ir y clima

La mejor época para visitar Egipto depende en gran parte de lo que se quiera ver. Generalmente, invierno (de diciembre a febrero) es temporada alta, y verano (de junio a agosto), temporada baja en todo el país excepto en la costa y hasta cierto punto en El Cairo. Los precios de los hoteles así lo reflejan.

Entre junio y agosto el calor es prácticamente insoportable en cualquier punto al sur de El Cairo, en particular cerca de Luxor y Asuán, donde las temperaturas diurnas pueden alcanzar los 40°C. El verano cairota es casi igual de inclemente y la combinación de calor, polvo, contaminación, ruido y aglomeraciones humanas hace del caminar por sus calles una verdadera prueba de resistencia. Por otro lado, puede que el viajero desee pasar una semana o dos tostándose bajo el sol abrasador en las playas del sur del Sinaí, de la costa de Alejandría o del mar Rojo. Tan solo hay que estar dispuesto a luchar por una habitación con los lugareños durante sus vacaciones estivales y con los árabes del Golfo que huyen del calor aún más asfixiante de sus países. La estación más agradable para visitar cualquier otro sitio, como Luxor, es el invierno. En ese mismo período, El Cairo no es tan agradable y a menudo los cielos están encapotados y las noches pueden resultar frescas. En Alejandría, en la costa mediterránea, suelen producirse chubascos que inundan sus calles, dejándolas fangosas. Incluso las playas del Sinaí son demasiado frescas para tomar el sol en enero. Sin duda, la mejor época para visitar todo el país es primavera (de marzo a mayo) u otoño (de septiembre a noviembre).

Casi todas las fiestas religiosas y oficiales egipcias duran como máximo un par de días y no deberían trastocar el programa de viaje. No obstante, puede que resulte imposible adquirir un billete de autobús en los días próximos a los dos eids (fiestas islámicas) y en el Sham an-Nessim. El Ramadán, el mes de ayuno musulmán, puede alterar el plan de viaje mejor trazado. Durante las horas de luz muchos cafés y restaurantes cierran, y los bares permanecen cerrados todo el mes. Las oficinas también siguen horarios reducidos e irregulares.

 

Dinero

La moneda oficial es la libra egipcia (EGP; en árabe, guinay). Una libra se divide en 100 piastras (pt). Hay billetes de 5, 10 y 25 pt, pero no suelen verse muchos. Los de 50 pt y los de 1, 5, 10, 20, 20, 50 y 100 EGP se usan mucho. También existe un billete de 200 EGP, pero se usa muy poco. Las monedas en circulación son las de 10, 20, 25, 50 pt y 1 EGP, pero prácticamente son inexistentes y pueden llegar a parecer artículos de coleccionista. Los precios pueden escribirse en libras o en piastras: por ejemplo, 3,35 EGP puede escribirse también como 335 pt. En la práctica, sin embargo, los vendedores tienden a redondear al alza, especialmente con los turistas.

En Egipto escasea mucho el cambio, algo que acaba siendo un problema para los viajeros que hacen uso de los cajeros automáticos. No siempre es fácil conseguir billetes de 50 pt y de 1, 5 y 10 EGP, útiles para propinas, taxis y para evitar el malhumor que supone no recibir el cambio correcto una y otra vez. Peor aún es el hecho de que el personal de algunos establecimientos, incluidos hoteles y restaurantes caros, a veces ponen mala cara si se paga la cuenta en billetes de 100 EGP, lo que les obliga a echarse a la calle para buscar cambio. Por norma general, lo mejor en Egipto es disponer siempre de calderilla y, en los establecimientos caros, pagar con billetes grandes aunque el personal ponga mala cara. Estos dos gestos básicos ahorrarán más de un disgusto.

El mercado negro de divisas no tiene mayor interés; pocos viajeros recurren a él, porque hay poco que ganar.

Debido al mal estado de la moneda nacional, muchos operadores turísticos y hoteles aceptan únicamente pagos en dólares o euros. Es el caso de las compras de billetes para el tren nocturno de Abela Egypt entre Alejandría, El Cairo, Luxor y Asuán; el ferryentre Nuweiba y Aqaba (Jordania) y todos los autobuses internacionales. Aunque sea una práctica técnicamente ilegal, nunca se persigue; también es cada vez más frecuente que los hoteles elegantes exijan el pago en dólares, aunque la mayoría de las veces se puede pagar la habitación con tarjeta de crédito. Para no correr riesgos, lo mejor es moverse por Egipto con unos cuantos dólares en el bolsillo.

En el interior de la cubierta del libro se muestran los tipos de cambio de diferentes monedas extranjeras.

 

 

Salud

ASISTENCIA MÉDICA

Los sistemas sanitarios en Egipto varían. La atención en los hospitales privados y en los asociados con las universidades puede ser excelente, pero en otros lugares es muy irregular. Además, los acuerdos sanitarios recíprocos con otros países son escasos y el viajero deberá estar dispuesto a pagar cualquier tratamiento médico o dental.

Fuera de las ciudades importantes no siempre hay servicios médicos. Puede que se deban comprar las medicinas, e incluso vendajes estériles o fluidos intravenosos, en una farmacia. Los cuidados pueden ser escasos o rudimentarios, pues acostumbran a prestarlos los propios familiares y amigos del enfermo. La asistencia en viaje incluida en el seguro debería dar información sobre el servicio médico más cercano; en caso contrario, se deberá preguntar en el hotel. En caso de emergencia, hay que contactar con la propia embajada o consulado.

La calidad de la asistencia dental es variable; además, hay un riesgo creciente de contraer la hepatitis B y el sida debido a una mala esterilización del equipo. Hay que tener en cuenta que el seguro del viaje no suele cubrir más que las urgencias dentales.

En cuanto a las urgencias menos graves, como la diarrea, los farmacéuticos, profesionales bien cualificados, pueden aconsejar convenientemente y suministrar la medicación adecuada. También pueden recomendar la visita al médico cuando el caso lo requiera.


ENFERMEDADES INFECCIOSAS

Todas las enfermedades que se citan a continuación existen en Egipto:

Difteria

Transmitida a través de contacto respiratorio, la difteria causa fiebre y un fuerte dolor de garganta. A veces se forma una membrana en la garganta que requiere de una traqueotomía para evitar la asfixia. Se recomienda vacunarse contra la difteria si se prevé que se permanecerá en contacto con la población local en zonas infectadas. La vacuna se administra en una sola inyección o con la del tétanos, y dura 10 años.

Hepatitis A

Se transmite a través del agua y la comida contaminada (especialmente el marisco). Provoca ictericia y aunque no suele ser mortal, puede provocar un prolongado letargo y tiene una larga recuperación. Los síntomas de la enfermedad son: orina oscura, ojos amarillos, fiebre y dolor abdominal. La vacuna de la hepatitis A (Avaxim, Vaqta, Havrix) se administra en una inyección: una sola dosis proporcionará protección hasta un año, mientras que el recuerdo 12 meses más tarde aportará 10 años más de protección. Las vacunas de la hepatitis A y la fiebre tifoidea también pueden administrarse en una vacuna monodosis (Hepatyrix o ViATIM).

Hepatitis B

Se transmite a través de sangre infectada, agujas contaminadas y relaciones sexuales. Puede provocar ictericia y afecta al hígado, causando a veces daños irreparables en él. Todos los viajeros deberían vacunarse contra esta enfermedad. En muchos países la vacuna de la hepatitis B está incluida en las vacunas de la infancia. La vacuna se aplica sola, o con la vacuna de la hepatitis A (Hepatyrix). Una aplicación aportará protección durante cinco años por lo menos. Puede administrarse durante cuatros semanas o seis meses.

VIH

Se transmite a través de sangre infectada y de productos contaminados con sangre, por contacto sexual con una persona infectada y de una madre a su bebé. Se puede transmitir por contacto sanguíneo directo con instrumental contaminado durante los tratamientos médicos y dentales, acupuntura o piercing y por compartir agujas intravenosas.

Malaria

Esta enfermedad se da en ciertas partes de algunos oasis y el riesgo es estacional. En la mayor parte de las ciudades el peligro de contraer malaria es mínimo, pero conviene consultar al médico si se piensa visitar zonas rurales. Es importante llevar pastillas contra la malaria si el riesgo es significativo. Para obtener información actualizada del riesgo de contraer malaria hay que preguntar en los centros de salud locales.

Cualquiera que viaje a un país donde esté presente la malaria, debería conocer sus síntomas. Es posible contraer la enfermedad tras una única picadura de un mosquito infectado. Casi siempre empieza con escalofríos, fiebres y sudores. Son muy comunes los dolores musculares y de cabeza, y los vómitos. Los síntomas se pueden dar en cualquier momento entre algunos días hasta tres semanas después de la picadura. La enfermedad puede empezar cuando se estén tomando las pastillas, si no son suficientemente efectivas, e incluso después de haber finalizado las tomas.

Poliomielitis

Se transmite a través de agua y comida contaminada. La vacuna se aplica en la niñez y debería administrarse un recuerdo cada diez años, oral (una gota en la lengua) o mediante una inyección. Se puede ser portador de polio y no mostrar ningún síntoma, aunque también puede causar fiebres transitorias y, en raras ocasiones, debilidad permanente en los músculos o incluso parálisis.

Rabia

Se propaga a través de las picaduras o lengüetazos de un animal infectado sobre la piel con cortes o rasguños. Es una enfermedad mortal. Los dueños de animales deberían vacunarse, igual que los que viajen a zonas remotas donde resulte difícil hacerse con una vacuna en las 24 horas posteriores a la mordedura. Se necesitan tres inyecciones en un mes. Si el paciente no ha sido vacunado anteriormente necesitará completar un ciclo de cinco inyecciones, siendo la primera a las 24 horas o tan pronto como sea posible después del accidente. La vacuna no proporciona inmunidad, pero sí que da más tiempo para encontrar ayuda médica apropiada.

Fiebre del valle del Rift

Fiebre hemorrágica que se transmite por contacto con la sangre, incluida la de animales infectados. Provoca una enfermedad similar a la gripe, con fiebre, dolor muscular y a veces complicaciones más graves. La recuperación es completa.

Esquistosomiasis

La transmite un caracol de agua dulce, conocido como bilarciasis. Afecta al intestino y a la vejiga, a menudo con pérdida de sangre. Se contrae a través de la piel en contacto con agua contaminada con orina o heces humanas. Se sabe que el Nilo es una fuente de bilarciasis, pero debería evitarse chapotear o nadar en cualquier lago de agua dulce o tramo de río lento. Entre los posibles síntomas se encuentran fiebre pasajera y sarpullido. Los casos avanzados de bilarciasis pueden provocar sangre en las heces u orina. Pero también puede que no haya síntomas. Un análisis de sangre ayuda a detectar los anticuerpos; en ese caso, el tratamiento se puede realizar en un centro de salud especializado en este tipo de enfermedades.

Tuberculosis

También conocida como TB, se transmite por contacto respiratorio y a veces a través de la leche o productos lácteos infectados. La vacuna BCG es muy recomendable para aquellos que tengan previsto mezclarse con la población local y es muy imprescindible para los que visiten a familias, los que planeen quedarse bastante tiempo, y los que trabajen como profesores o en el ámbito sanitario. Los síntomas suelen ser tos, pérdida de peso o fiebre, meses o incluso años después de contraer la enfermedad, aunque puede que ninguno de estos síntomas se presente. La mejor forma de saber si se ha contraído la enfermedad es mediante un examen de rayos X. La BCG protege de forma moderada contra la TB. Causa una pequeña cicatriz permanente en el lugar de aplicación y solo se administra en clínicas especializadas. Es una vacuna viva que no se debe administrar a mujeres embarazadas o a pacientes inmunodeprimidos. No se puede obtener en todos los países

Fiebre tifoidea

Se transmite por comida o agua infectada por heces humanas contaminadas. El primer síntoma suele ser la fiebre o un sarpullido rosáceo en el abdomen. Puede provocar septicaemia (envenenamiento de la sangre). La vacuna de la fiebre tifoidea (typhim Vi, typherix) protege durante tres años. En algunos países se puede obtener Vivotif, que se administra por vía oral.

Fiebre amarilla

Aunque esta vacuna no se exige para entrar en Oriente Próximo, el mosquito que la propaga se ha encontrado en algunos lugares de la región. Es importante consultar con una clínica para conocer la información actualizada como parte de la planificación previa al viaje. Los viajeros procedentes de una zona donde la fiebre amarilla sea endémica tendrán que demostrar que se vacunaron contra ella antes de entrar, es decir, si llegan directamente de un país infectado o si el viajero ha estado en un país infectado durante los 10 días anteriores. Es muy recomendable llevar el certificado si se ha visitado un país infectado durante el mes anterior, para evitar posibles dificultades con inmigración. Siempre existe la posibilidad de que un viajero con un certificado caducado sea vacunado y retenido en el puerto de llegada hasta diez días, o incluso repatriado. La vacuna contra la fiebre amarilla debe administrarse en una clínica especializada y es válida durante diez años. Es una vacuna viva y no debe administrarse a personas inmunodeprimidas o embarazadas.

En El Cairo se puede obtener en el centro médico de la terminal 1 del aeropuerto de El Cairo (60 EGP aprox.). Conviene recordar que para viajar a/desde Sudán hay que mostrar el certificado de vacunación contra la fiebre amarilla.


DIARREA

Para prevenir la diarrea lo mejor es evitar beber agua del grifo, a menos que se haya hervido, filtrado o desinfectado químicamente (con pastillas de yodo). Solo hay que comer frutas o verduras frescas cocinadas o peladas por uno mismo, y hay que evitar los productos lácteos, que podrían contener leche no pasteurizada. Las comidas de bufés son peligrosas. Todo debería estar muy caliente. Lo más seguro es comer en restaurantes concurridos donde se cocine a la vista del cliente.

En caso de diarrea hay que beber mucho líquido, preferentemente una solución oral rehidratante que contenga muchas sales y azúcar. Algunas deposiciones sueltas no requieren tratamiento, pero si se tienen más de cuatro o cinco al día conviene empezar a tomar antibióticos (normalmente con quinolona) y un antidiarreico (como loperamida). Si la diarrea va acompañada de sangre, fiebre, temblores o dolor abdominal, o persiste durante más de 72 horas, conviene buscar asistencia médica.


RIESGOS MEDIOAMBIENTALES

Afecciones debidas al calor

El agotamiento por calor se produce tras una intensa sudoración, por la excesiva pérdida de líquidos y el insuficiente aporte de sales. Es bastante común en los climas cálidos, si se realiza un ejercicio inusual sin haberse aclimatado completamente. Provoca dolor de cabeza, mareo y cansancio. Cuando aparece la sed, ya se ha producido la deshidratación; hay que beber mucha agua hasta que la orina salga clara y diluida. El tratamiento consiste en reponer fluidos con agua, zumo de frutas o ambos, refrescarse con agua fría y abanicarse. La pérdida de sales se combate tomando bebidas saladas como sopa o caldo, y añadiendo más sal a la comida.

El golpe de calor es mucho más grave. Se produce cuando el mecanismo regulador del calor del cuerpo se descontrola. Un excesivo aumento de la temperatura corporal detiene la sudoración y provoca descoordinación e hiperactividad, e incluso pérdida de conciencia y la muerte. Hay que enfriar rápidamente al enfermo rociando su cuerpo con agua y abanicándolo. A veces también es necesario sustituir de emergencia los fluidos y los electrolitos perdidos de manera intravenosa.

Picaduras de insecto

Aunque no transmitan la malaria, las picaduras de mosquito pueden causar irritaciones o infecciones. También propagan el dengue. Para prevenirlas hay que usar un repelente a base de DEET.

Las abejas y las avispas solo causan problemas reales a las personas que padecen alergias graves (anafilaxis), en cuyo caso conviene llevar una inyección de adrenalina o similar.

La mosca de la arena habita en las playas del Mediterráneo. Su picadura suele provocar solo un terrible picor, pero también una rara afección llamada leishmaniosis cutánea. También se pueden evitar usando repelentes con DEET.

Los escorpiones se suelen encontrar en climas secos y áridos; su picadura es dolorosa pero raramente mortal.

En albergues y hoteles baratos suele haber chinches, que producen picaduras que se hinchan y pican mucho. Para librarse de ellas basta con rociar el colchón con un insecticida apropiado.

La sarna también se encuentra en los hoteles baratos. Son ácaros minúsculos que viven en la piel, sobre todo entre los dedos, y que provocan una erupción con intenso picor. Se trata fácilmente con una loción que se vende en farmacias; las personas con quienes se está en contacto también deberán tratarse para evitar extender la sarna entre portadores asintomáticos.

Mordedura de serpiente

No se debe caminar descalzo ni meter las manos en agujeros o grietas. La mitad de las personas mordidas por serpientes no llegan a recibir el veneno. Si se sufre una mordedura, no hay que alarmarse. Se debe inmovilizar el miembro mordido con una tablilla o un palo y aplicar una venda que presione bien la zona (como se hace con los esguinces) pero no practicar un torniquete, ni cortar o chupar la mordedura. Hay que conseguir ayuda médica que administre el antídoto lo antes posible.

Agua

Beber agua del grifo no es seguro en Egipto. Hay que consumir solo agua embotellada o hervirla durante diez minutos, usar pastillas purificadoras o un filtro. No hay que beber agua de ríos ni lagos, porque podría contener bacterias o virus que provocarían diarrea o vómitos


VIAJAR CON NIÑOS

Los que viajen con niños deben saber cómo tratar las dolencias menores y cuándo hay que acudir al médico. Los niños deben estar al día en su calendario de vacunas; también hay que considerar bien la conveniencia o inconveniencia de administrarles vacunas específicas para el viaje, puesto que algunas no son apropiadas para menores de un año.

En climas cálidos y húmedos las heridas cutáneas pueden infectarse. Hay que limpiar bien la zona y mantenerla limpia y seca. Conviene evitar la comida y el agua contaminada. Si el niño vomita o tiene diarrea, el líquido y las sales que se pierden se deben reponer. Puede ser útil llevar sobres de rehidratación oral en polvo, que se preparan con agua hervida. Conviene consultar con el médico.

Hay que advertir a los niños de que no se acerquen a los perros o a otros mamíferos por el peligro de contraer la rabia u otras enfermedades. Cualquier mordedura, arañazo o lamido de un animal de sangre caliente con pelo se debe limpiar inmediatamente. Si se sospecha que el animal pudiera estar infectado de rabia, hay que acudir enseguida al médico.


SALUD DE LA MUJER

El estrés emocional, el cansancio y los viajes por zonas de distinto huso horario pueden contribuir a alterar el ciclo menstrual. Si se usan anticonceptivos orales, mejor recordar que algunos antibióticos, la diarrea y los vómitos pueden frenar la efectividad de la píldora y causar riesgo de embarazo; mejor llevarse preservativos por si acaso. Los preservativos tienen que conservarse en un lugar fresco y seco, ya que de lo contrario es posible que se rompan y estropeen.

Los contraceptivos de emergencia son más eficaces tomados durante las 24 horas posteriores a la relación. La International Planned Parent Federation (www.ippf.org) informa de la disponibilidad de contraceptivos en los distintos países. En Oriente Próximo no siempre se encuentran compresas y tampones fuera de las ciudades importantes.

Se puede viajar embarazada pero hay que tener en cuenta varias cosas. Antes de emprender viaje hay que hacerse un chequeo médico. Los períodos de mayor riesgo para viajar son las primeras doce semanas de gestación, cuando hay más probabilidades de sufrir un aborto, y después de las 30 semanas, cuando pueden surgir complicaciones como presión alta y parto prematuro. La mayor parte de aerolíneas no aceptan embarazadas entre la semana 28 y 32 de gestación; además, en las últimas semanas los vuelos largos pueden ser muy molestos. Los servicios prenatales varían enormemente de un país a otro en Oriente Próximo; hay que pensárselo bien antes de viajar a un país cuyos servicios médicos sean precarios o que tenga grandes diferencias culturales e idiomáticas respecto al país de origen. Llevar un historial del embarazo que incluya el grupo sanguíneo puede ser útil si se necesita atención médica en un país extranjero. Conviene contratar un seguro que cubra el embarazo, el parto y los cuidados del recién nacido, pero no se puede olvidar que siempre dependerá de los servicios disponibles.

 

 

Seguridad

La incidencia de crímenes y violencia en Egipto es menor que en la mayoría de países occidentales. Muchos visitantes y residentes afirman que las ciudades y los pueblos egipcios son seguros de día y de noche. Por desgracia, el factor “acoso” no hace que sea fácil para las mujeres extranjeras que viajan solas.

Además de los temas de los que aquí se habla, es importante tener en cuenta que las autoridades egipcias son muy estrictas con el uso de sustancias ilegales.

Los atentados terroristas contra turistas extranjeros en los años 1997, 2004, 2005, 2006 y 2009 causaron un elevado número de víctimas mortales, y el gobierno decidió dar la máxima prioridad posible a la seguridad; al fin y al cabo, los ingresos que genera el turismo constituyen el 20% del PIB del país. Aunque es probable que en el futuro acontezcan más incidentes, hoy puede decirse que Egipto no es ni más ni menos peligroso que cualquier otro país, incluido el nuestro.

 

Robos

Aunque no solía ser uno de los problemas de Egipto, parece que el robo cada vez es más habitual. En los últimos dos años Lonely Planet ha recibido numerosas cartas de lectores que dicen que les han sustraído dinero en habitaciones cerradas y en hoteles seguros. Se aconseja que el viajero lleve siempre consigo el dinero en efectivo y los objetos de valor.

Hay algunas zonas donde hay carteristas, sobre todo en el metro de El Cairo y en los abarrotados autobuses locales de Midan Tahrir a las pirámides. Los turistas no son el único blanco pero hay que vigilar donde se lleva el dinero en lugares muy concurridos.

En general, los visitantes incautos pueden ser victimas de estafas, hay que vigilar.

 

 

Visados

Advertencia

La información que aparece en este apartado es especialmente susceptible de sufrir cambios, por lo que Lonely Planet insiste en que cada uno de estos contenidos se verifique sistemáticamente con la embajada o el consulado correspondientes antes de partir.

Todos los viajeros de países de Europa occidental, Reino Unido, EE UU, Australia, todos los países árabes, Nueva Zelanda, Japón y Corea pueden tramitar visados a su llegada al país. En el aeropuerto de El Cairo, el trámite dura sólo 20 minutos y cuesta unas 83 EGP. No se necesita fotografía. Los viajeros de otros países deben tramitar sus visados en su lugar de residencia. El tiempo que dura el trámite y el precio del visado varían según la nacionalidad y el país.

Si se llega por mar, se puede conseguir un visado en el puerto de Aqaba (Jordania) antes de subir al ferry a Nuweiba. No obstante, si se llega desde Israel, no se puede obtener un visado en la frontera a menos que se disponga del aval de una agencia de viajes egipcia. Habrá que conseguirlo antes en la embajada de Tel Aviv o en el consulado de Eilat.

El visado de entrada única es válido para tres meses y permite al titular permanecer en Egipto 40 días. También existen visados de entrada múltiple (hasta tres visitas), pero aunque tienen una duración de seis meses, sólo permiten permanecer en el país un mes en total.

 

Sello de entrada al Sinaí

No es necesario obtener un visado completo si el viaje se limita a la zona del Sinaí entre Sharm el-Sheikh y Taba (en la frontera israelí), que incluye el monasterio de Santa Catalina. En este caso se emite un sello de entrada gratuito, que permite una estancia de 15 días. Hay que tener en cuenta que este visado no permite visitar el Parque Nacional de Ras Mohammed. Los puntos de entrada donde se emiten son Taba, Nuweiba (en el puerto), el aeropuerto de Santa Catalina y Sharm el-Sheikh (en el aeropuerto o en el puerto).

 

Extensión de visados y visados de reentrada

En las oficinas de pasaportes es fácil obtener extensiones de visado para turistas de seis meses o un año, y sólo cuestan unos cuantos dólares. Habrá que presentar una fotografía y fotocopias de las páginas del pasaporte con la fotografía y el visado. Una vez haya caducado el visado, se dispone de un corto período de gracia (generalmente 14 días) para solicitar la extensión. La multa por no hacerlo es de unas 100 EGP, y habrá que presentar una carta de disculpa de la propia embajada.

Si no se dispone de un visado de entrada múltiple, también se puede conseguir un visado de reentrada, válido hasta la fecha final del visado o de cualquier extensión que se haya cursado. Un visado de reentrada para una o varias entradas cuesta menos de 5 US$.

En El Cairo todo lo relacionado con los visados se tramita en la Mogamma (Midan Tahrir, centro ciudad; 8.00-13.30 sa-mi), un edificio de corte estalinista y 14 plantas cuyo futuro cierre es objeto de rumores. Por ahora, los extranjeros deben subir a la 1ª planta y confirmar los siguientes detalles en el mostrador de información antes de proceder: en la 1ª planta hay que dirigirse a la ventanilla 12 a por un formulario, rellenarlo y luego comprar sellos en la ventanilla 43 para después volver a la ventanilla 12 y entregar el formulario con los sellos, una fotografía y las fotocopias de las páginas del pasaporte que contienen los visados (las fotos y las fotocopias pueden organizarse en la planta principal).

Se puede recoger el pasaporte, con la extensión del visado, en la ventanilla 38. Por lo general, las solicitudes se tramitan de un día para otro, aunque a veces es posible que se tramiten el mismo día si se entrega el pasaporte a primera hora de la mañana.

Otras oficinas de pasaportes y visados en el país:

Alejandría (482 7873; 25 Sharia Talaat Harb; 8.30-14.00 lu-ju, 10.00-14.00 vi, 9.00-11.00 sa y do) Extensiones de visados tramitados normalmente el mismo día que se solicitan. Es necesaria una fotografía tamaño carné, una fotocopia de las páginas importantes del pasaporte, el pasaporte y 13 EGP. Dirigirse al mostrador 8 en la 2ª planta. Es buena idea ir por la mañana.

Asuán (fuera de 231 2238; Corniche an-Nil; 8.30-13.00 sa-ju) Extensiones de visados. En el extremo sur de La Corniche.

Hurgada (Sharia an-Nasr, Ad-Dahar; 8.00-14.00 sa-ju) Extensiones de visados y visados de reentrada.

Ismalia (391 4559; Midan al-Gomhuriyya; 8.00-14.00 sa-ju)

Luxor (238 0885; Sharia Khalid ibn al-Walid; 8.00-20.00 sa-ju, sólo para información 14.00-20.00)

Minya (236 4193; sobre la oficina principal de correos, 2ª planta; 8.30-14.00 sa-ju) cerca de Sharia Corniche an-Nil.

Port Said (Edificio Governorate, ala izquierda, 4ª planta, ventanilla 7, Sharia 23rd of July; 8.00-14.00 sa-ju)

Suez (Sharia al-Horreyya; 8.30-15.00) Tramita extensiones de visados.

 

Permisos de viaje

Se necesitan permisos militares emitidos por el Ministerio del Interior o por la Policía de Aduanas para viajar al desierto del Este al sur de Shams Allam (50 km al sur de Marsa Allam), al lago Nasser o sus alrededores, fuera de las rutas del desierto occidental y a la carretera entre los oasis de Bahariyya y Siwa. Se pueden obtener a través de una compañía que organice circuitos o una agencia de viajes con un mínimo de quince días de antelación al viaje.